No cabe duda de que Pharrell Williams se ha convertido en el embajador de la felicidad tras su éxito Happy que ha dado la vuelta al mundo. Y es que después de varios meses de su lanzamientos, el sencillo todavía sigue dándole satisfacciones al intérprete.
Sin mencionar, que como todo en la vida, la canción también tuvo sus cosas malas, como el caso de los muchachos de Teherán que arrestaron por grabar un vídeo de la misma.
Pero dejando lo negativo de lado, recientemente el Pharrell estuvo en la apertura de la exposición Girls, en honor a su más reciente disco, en el Nuevo Espacio de Arte de la Galería Perrotin, en Paris Francia.
Mucho color, alegría y pop denotan en obras de artistas reconocidos como Takashi Murakami, quien usó fotos de la boda de Pharrell tomadas por Terry Richardson, y Laurent Grasso, quienes homenajearon al cantante.
Durante una conferencia de prensa, Williams sugirió que el espectáculo debe ser etiquetado como “Una educación de Pharrell Williams” y dijo que el proceso de colaboración es como un “curso acelerado ” en la vida de los artistas.
Él quiso aclarar que prefiere mantenerse en su zona de confort –la música- y que “es agradable estar en el extremo receptor, simplemente ver que ellos hagan lo que hacen”.
Cuando se le preguntó al nominado al Oscar, qué obra escogería para su recuerdo, respondió: “Solo quiero mover mi familia y vivir aquí. Cada pieza es igual de importante. Me sentiría en casa”.
Recientemente la canción, que no se cansa de sonar en todo el mundo, volvió a ser noticia cuando seis jóvenes en Irán fueron detenidos por grabar una de las ya típicas versiones del video.
Al respecto, Pharrell comentó en Facebook: “Es triste que estos chicos hayan sido arrestados por por tratar de difundir la felicidad”.
Fuente: E!News